Detrás de cada no, hay un sí más grande

Tenía 18 años y un sueño claro: estudiar en la UFM. Pero mi realidad era otra: no había forma de pagar los cuatro años de carrera sin ayuda. Logré un crédito educativo del 60%, algo poco común. Debía mantener un promedio de 80, y pagar al graduarme con 1 año de gracia en un período de 4 años. En 2016 me gradué Cum Laude de UFM.

Obtuve mi primer trabajo en el hospital más prestigioso del país. Era el coordinador más joven de toda la red. Pero no pasó mucho tiempo antes de que surgiera un nuevo reto: un MBA en INCAE. Tampoco podía pagarlo. Vendí mi carro, pedí un segundo préstamo (a 10 años) y aposté por mi educación.

En 2018 me gradué con honores de INCAE y volví a Guatemala con dos créditos educativos pendientes. Entonces empezó la parte más dura: enfrentar la realidad. Dos préstamos. $85,000 de deuda. Ingresos normales, sin familia millonaria, sin negocios millonarios, sin atajos.

La estrategia fue aburrida, pero efectiva

Quitarme la tentación de decidir todos los días, semanas y meses. Hacía un presupuesto anual y lo cumplía. Sin drama, sin sorpresas. Cada quetzal tenía nombre y destino, un propósito.

El objetivo: salir ambas deudas en la mitad del tiempo. Vivía debajo de mis posibilidades en todo aspecto posible, automóvil, celular, ropa, entretenimiento, alimentación, todo.

Se dice fácil pero no lo es. Durante estos 5 años, me comprometí, con mi ahora esposa enganchamos un apartamento, ahorramos para la boda, luna de miel y amueblada de apartamento. Todo esto sin excederse del presupuesto, diciendo que no a muchas cosas, detrás de un sí más grande.

Lo que se logró

• Pago de ambos préstamos educativos en solo 5 años, la mitad del tiempo estimado, ahorrando miles en intereses.

• Ahorramos para una boda, luna de miel y amueblada de apartamento sin deudas de ningún tipo.

• Logré un récord crediticio y solidez financiera suficiente para asegurar préstamo hipotecario.

Lo que sigue

Hoy, proyecto pagar hipoteca en 15 años en lugar de 25, estoy invertido en bolsa de valores, estoy invirtiendo en un Airbnb para incrementar flujos y lo más importante estoy en control de mis finanzas. Nada de esto fue casualidad. Fue el resultado de decisiones intencionales, hechas una y otra vez, aunque no fueran emocionantes.

No me considero un gurú financiero. Tampoco te diré que ya llegué. Aún estoy subiendo la montaña. Pero estoy más arriba que hace 5 años. Quizá tú estás más abajo. O más arriba. No importa. Las reglas que me han servido son universales: disciplina, constancia y sentido común.

Bienvenido a Aburridamente Exitoso

Este espacio no es para prometerte libertad financiera con un curso de tres pasos. Es para mostrarte que, con decisiones aburridas pero correctas, se puede llegar lejos.